Fuente: Kateryna Vakarchuk para Martí Noticias
NOTA DEL EDITOR. Este artículo fue publicado en octubre de 2022 en la revista digital Borysfen Intel, perteneciente al Centro Analítico Independiente de Estudios Geopolíticos “BORYSFEN INTEL”. Las referencias de este texto corresponden únicamente a hechos acontecidos hasta el momento de su publicación.
Los bombardeos de cohetes y artillería y la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero del 2022 transformaron el sistema de seguridad internacional. Todos los logros y desarrollos en la normalización de las relaciones y el establecimiento de una cooperación más estrecha entre Ucrania y los países de América Latina son ahora cuestionables. El resultado demuestra una vez más la prudencia con la que Ucrania debe trabajar en las áreas de política exterior. Los mismos países de América Latina permanecieron durante mucho tiempo fuera de la atención de nuestros constructores del Estado.
Ahora, debemos darnos cuenta, finalmente, de que después de nuestra victoria, es hora de repensar, revaluar y actualizar la política exterior de Ucrania. Al mismo tiempo, es imperativo tener en cuenta las realidades políticas y económicas mundiales, estar preparados contra la agresión de la Federación Rusa y construir activamente la Ucrania de la posguerra.
Con la elección del rumbo occidental, debemos recordar que, además del interés político en la adhesión a la Unión Europea, se impone velar por los intereses económicos, incluidos los relacionados con la región de América Latina y el Caribe, y desarrollar una nueva estrategia de política exterior después de la guerra que tenga en cuenta el potencial humano, geopolítico y de recursos de Latinoamérica.
Una de las preguntas más apremiantes es si es posible esperar el apoyo internacional de América Latina para Ucrania durante la brutal agresión rusa. ¿Han estado de parte de Ucrania cuando se trata de defender su integridad territorial, detener las hostilidades en su territorio o prestarle asistencia en el suministro de armas y ayuda humanitaria? Acordemos también en que, durante las batallas activas y constantes con los atacantes rusos por la ocupación del 25 por ciento del territorio ucraniano, por la introducción de la ley marcial, es muy importante que nuestro Estado cuente con apoyo en el espacio de la información internacional.
Por lo tanto, a pesar de la lejanía geográfica de Ucrania con los países latinoamericanos, es conveniente utilizar todas las influencias y apoyos: manifestaciones, mítines, recaudación de fondos, suministro de armas, cooperación con las diásporas, etc.
En relación al apoyo a Ucrania, hay que tener en cuenta que después del 24 de febrero, los países latinoamericanos percibieron y reaccionaron de manera diferente a la invasión rusa, en posturas que pueden dividirse en tres grupos: los que respaldaron a Ucrania, los que se pusieron del lado de Rusia y los que mantuvieron un estatus neutral.
A partir de 2022, Ucrania ha establecido relaciones diplomáticas con 17 países de la región de América Latina y el Caribe: Embajadas en Argentina, Brasil, México, Perú, Cuba y Chile; Misiones Diplomáticas en 11 países: Uruguay, El Salvador, Ecuador, Paraguay, Panamá, Costa Rica, Colombia, República Dominicana, Honduras, Guatemala y Belice; y el Tercer Departamento Territorial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania proporciona formación, coordinación, apoyo político, diplomático, informativo y analítico para la implementación de la política de Ucrania hacia los países de América del Norte, Central, del Sur y el Caribe.
La historia de votaciones en las Naciones Unidas sobre cuestiones relacionadas al conflicto es reveladora: Argentina, Brasil, México y Perú se encuentran entre los países sudamericanos que se han “abstenido” constantemente de votar por las resoluciones ucranianas desde 2016. El establecimiento de relaciones diplomáticas con Estados de la región a veces no tiene un efecto positivo en los resultados de la votación de las resoluciones “ucranianas” en la ONU.
En 2019, Ucrania estableció relaciones diplomáticas con la Mancomunidad de Dominica, Granada y San Vicente y las Granadinas. Los dos últimos Estados se “abstuvieron” en la votación de la resolución ucraniana en la ONU, y Dominica no participó en absoluto en la votación. Pero tampoco se puede asumir que esto sea desesperado en tal materia: por ejemplo, con el cambio de liderazgo estatal en Bolivia en el otoño de 2019, su posición en la arena internacional también ha cambiado: ha dejado de moverse en el entorno de la política exterior de Rusia y, como resultado, “se abstuvo” o “no votó” en dos resoluciones de la ONU sobre la “cuestión ucraniana”.
Ignorar la anexión de Crimea
Si hablamos de la anexión de Crimea por parte de la Federación Rusa en 2014, no solo fue una pérdida dolorosa para Ucrania, sino también un grave desafío para la seguridad regional y mundial. Se buscó obtener apoyo de todos los países del mundo, independientemente de su región, pero las posiciones de los Estados de América Latina y el Caribe sobre el tema de la desocupación de la península de Crimea siempre han sido moderadas, como lo demuestran los resultados de su votación sobre las resoluciones “ucranianas” en la Asamblea General de la ONU.
Una de las razones de esta actitud hacia los problemas de Ucrania es la falta de una comprensión clara de la esencia misma de la “cuestión de Crimea” y su importancia para el sistema de seguridad mundial, así como la falta de voluntad de modificar lo que consideran relaciones amistosas con Rusia. Por ejemplo, no quieren darse cuenta de que, para Ucrania, la pérdida de Crimea en 2014 se ha convertido en un serio desafío en la formación de su propio sistema de seguridad regional y global. Así como el hecho de que desde hace 8 años en nuestro país se ha logrado un considerable esfuerzo para que la península de Crimea vuelva a su composición, pero ninguno de ellos ha tenido éxito, ya que una de las razones de ese fracaso es el apoyo de algunos países a las acciones criminales de Rusia. Otra consecuencia fue la guerra ruso-ucraniana, que no pudo evitarse, entre otras cosas por ignorar la violación del derecho internacional y los tratados concluidos por parte de Rusia.
Cuándo y qué países sudamericanos apoyaron a Ucrania
Argentina está del lado de los países que condenaron la invasión rusa y expresaron su apoyo a Ucrania. El 3 de febrero de 2022, el presidente argentino Alberto Fernández visitó Moscú, donde abordó el desarrollo de la asociación estratégica integral ruso-argentina en las esferas política, comercial, económica, cultural y humanitaria, incluidos temas internacionales y regionales de actualidad. La visita “prebélica” a Rusia puede ser presentada de diferentes maneras, pero en lo que atañe a Ucrania, Argentina hoy está tratando de reforzar el apoyo internacional, cooperando con la diáspora ucraniana, representada en ese país por más de cuatro docenas de organizaciones públicas, culturales, religiosas y juveniles.
Cabe también señalar que, inmediatamente después del ataque de Rusia a Ucrania, tomó fuerza la discusión entre Argentina y Gran Bretaña sobre la propiedad de las Islas Malvinas. El hecho es que todos los países latinoamericanos apoyan el reclamo argentino del territorio británico de ultramar frente a sus costas. Fernández reiteró entonces que el asunto de las Islas Malvinas se mantenía como un punto clave de la agenda estatal y que Argentina lo mantendría a través de negociaciones.
Para aclarar, la cuestión de las Malvinas resurge inmediatamente tras la visita de Fernández a China y Rusia. Después del Brexit, Argentina esperaba que el tema alcanzara un nivel favorable, pero la posición de los países de la Unión Europea se mantuvo sin cambios. Pero China y Rusia se han puesto del lado de Argentina en sus reclamos sobre las islas mencionadas, porque en su política tienen otras pautas bien conocidas.
Desde el comienzo de la guerra ruso-ucraniana, los ucranianos en Argentina han demostrado una enorme solidaridad. Desde el primer día de las hostilidades, la diáspora se reunió para mítines y manifestaciones. Representantes de la comunidad ucraniana en Argentina concedieron entrevistas en canales de televisión, en la radio, en los periódicos y hablaron activamente en las redes sociales. Además, organizaron ayuda recaudando fondos y alimentos. En sus discursos, explicaron la importancia de la causa. Incluso iniciaron cursos de formación en ucraniano. Porque la cultura y la educación nacional son también tipos de lucha, y en Argentina, los ucranianos luchan por la independencia de Ucrania de esa manera.
Por ejemplo, el 27 de febrero de 2022, la Fundación Prosvita en la provincia argentina de Neuquén organizó una protesta contra el ataque ruso. En respuesta a la agresión rusa, la comunidad ucraniana de la provincia de Mendoza también se pronunció.
La participación de ucranianos en Argentina en emisiones en canales de televisión estatales y locales y en numerosos discursos en medios de comunicación argentinos, donde contaron a la sociedad argentina la verdad sobre la agresión militar rusa, los crímenes de los ocupantes rusos en Ucrania, se convirtió en una tendencia tangible de apoyo a Ucrania. En particular, representantes de la UCT “Provista” en Argentina – Yurii Danylyshyn, Roman Danylyshyn, Andrii Vasylyk, Serhii Yaremko, Olha Demchuk, Sofia Danylyshyn, Petro Lylyk, presidente de la Representación Central Ucrania (RCU) en Argentina, así como miembros de otras organizaciones ucranianas – participaron en las transmisiones de canales argentinos como La Nación+, Canal TN, Canal C5N, Canal Ciudad Abierta, Canal 13, Canal América, etc. en los que divulgaron información sobre los acontecimientos en Ucrania, se informó sobre la disposición de los ucranianos en Argentina a explicar las narrativas de fuentes prorrusas sobre lo que acontecía en territorio ucraniano. Los fondos recaudados en todas las regiones de Argentina y la ayuda humanitaria se enviaron a Ucrania, sin demora, a través de socios internacionales.
En Buenos Aires, en el marco de la 46ª Feria Internacional del Libro, se llevó a cabo el evento “Día de Ucrania”. En particular, en un mensaje de video, los asistentes escucharon un saludo de la Primera Viceministra de Relaciones Exteriores de Ucrania, Emine Dzhaparova, quien hizo un llamamiento a los participantes del evento y a los editores, escritores, traductores e ilustradores latinoamericanos, para que condenaran enérgicamente el uso de la fuerza por parte de Rusia para intervenir en Ucrania y pusieran fin a cualquier relación con colegas rusos que intentan justificar la guerra ruso-ucraniana.
Nuestra misión diplomática agradeció sinceramente a la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y ayuda humanitaria Cascos Blancos, empresas y organizaciones locales que se han unido para brindar asistencia a Ucrania, entre ellas el empresario y piloto Enrique Piñeiro, quien una vez más transportó tan importante ayuda a través del Atlántico al pueblo ucraniano. Cinco cargamentos de ayuda humanitaria para Ucrania llegaron al aeropuerto de Varsovia, desde donde la Agencia Estatal de Reservas Estratégicas de Polonia los entregó a Ucrania.
Al mismo tiempo, la comunidad ucraniana en Argentina pudo organizar una marcha de unidad en Buenos Aires en apoyo a Ucrania, que se desarrolló desde la Plaza de Mayo hasta el Obelisco.
Sin embargo, cabe señalar que los países de América Latina aún están, por así decirlo, lejos del contexto de la guerra ruso-ucraniana. Esta es una de las razones por las que no tienen prisa por apoyar las sanciones impuestas contra la Federación de Rusia, incluso cuando hay informes en los medios de comunicación sobre la situación real en Ucrania. Una reacción positiva a tales hechos ocurrió el 13 de abril de 2022, en el contexto de una escalada de Rusia, cuando Argentina y Chile dejaron de suministrar litio a Rusia, por lo que el país agresor se quedó sin una parte importante de las materias primas para la producción de baterías.
En general, prevaleció una actitud predominantemente neutral de Argentina hacia Ucrania. En una conversación con el presidente a Zelensky a inicios de julio, el presidente argentino prometió solo ayudar en las negociaciones con Rusia. Es decir, la Argentina jugaba un rol de mediador, no de participante activo, lo que explica que no participe en el gran paquete de sanciones que ha impuesto Occidente.
Colombia
Percibimos la posición de Colombia, considerado un aliado estratégico de Estados Unidos en la región y el principal socio fuera del bloque de la OTAN, como bastante predecible. Pero con la llegada al poder, en junio de 2022, del presidente Gustavo Petro, representante de las fuerzas de izquierda, exguerrillero, se dieron algunos cambios en la política exterior de Colombia.
Al inicio de la guerra, el gobierno de Iván Duque, el antecesor de Petro, criticó a la Federación Rusa, reprochándole la agresión contra Ucrania. Su gobierno apoyó todas las resoluciones de la Asamblea General de la ONU que condenaban las acciones de Rusia y exigían la retirada inmediata de las tropas invasoras.
En abril del 2022, tuvo lugar una conversación telefónica entre los presidentes de Ucrania y Colombia, en lo que marcó el primer contacto entre jefes de Estado de esos países. En febrero del 2022, durante una visita de Duque a la Unión Europea, el mandatario declaró que Colombia estaba decidida a ayudar a los países europeos aumentando el suministro de carbón, petróleo y gas, con miras a reducir la dependencia de combustibles rusos. Duque llamó genocidio y locura a los crímenes de guerra cometidos por el ejército ruso en Ucrania.
Chile
También durante la guerra ruso-ucraniana, hubo un cambio de presidentes en Chile. El nuevo líder del país, el candidato de la coalición de izquierdas, Gabriel Boric, condenó la invasión y afirmó que Chile apoya la soberanía e integridad territorial de Ucrania, subrayando la necesidad de respetar las normas y principios del derecho internacional. La delegación de Chile también apoyó todas las resoluciones de la Asamblea General de la ONU que fueron positivas para Ucrania.
A comienzos de julio del 2022, los presidentes de Chile y Ucrania también mantuvieron una conversación telefónica, en la que abordaron la posibilidad de involucrar a especialistas chilenos en la desactivación de minas colocadas en territorio ucraniano.
Boric aseguró que Ucrania podía contar con su país en materia de ayuda humanitaria.
El respaldo de Chile a Ucrania no solo se manifestó desde la dirigencia del país, sino que la sociedad chilena también tuvo un apoyo unánime. Así lo confirmaron, en particular, los manifestantes que se reunieron frente a la embajada rusa en la capital chilena en abril del 2022 y las condenas que hicieron a las acciones de los agresores rusos.
Uruguay
Uruguay también se sumó al grupo de Estados que condenaron la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, sus representantes apoyaron resoluciones a favor de Ucrania en la Asamblea General de la ONU.
En su política internacional, Uruguay se adhiere a los principios de no injerencia, multivectorial, respeto a la soberanía nacional y al Estado de Derecho; es decir, comparte valores comunes con Ucrania.
En julio del 2022 el Presidente Zelensky mantuvo la primera conversación telefónica en la historia de las relaciones ucraniano-uruguayas con el mandatario uruguayo Luis Lacalle Pou. Al respecto, el gobernante ucraniano escribió en su cuenta de Twitter: “Apreciamos la condena a la agresión rusa, el apoyo a Ucrania en los organismos internacionales. Hice un llamado a Uruguay, así como a otros socios de América Latina, para que impongan sanciones contra el agresor”.
Ecuador, Guatemala
Es necesario prestar atención al mensaje del presidente Zelensky en junio de 2022 de que Ucrania restablecería activamente las relaciones con los países latinoamericanos. Al mismo tiempo, anunció una nueva política internacional para Ucrania.
“Tuve una conversación con el presidente de Ecuador. Lo felicité por la elección de Ecuador como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU. Le informé sobre la situación en el campo de batalla y pedí una mayor presión sobre Rusia para que ponga fin a esta guerra. Tanto esta conversación con el Presidente de Ecuador como la de ayer con el Presidente de Guatemala fueron solo el comienzo de nuestra nueva política para restablecer las relaciones con América Latina”, dijo Zelensky.
También se comunicó con su homólogo guatemalteco, Alejandro Giammattei, quien calificó esa conversación de sumamente importante. Hasta este momento, no había tenido lugar un diálogo entre mandatarios de esos países. “Agradezco a Alejandro Giammattei su posición de principios sobre la agresión rusa, su apoyo en la ONU, la imposición de sanciones y la privación a Rusia del estatus de observador en la Organización de Estados Americanos”, escribió Zelensky.
El 25 de julio de 2022, el presidente centroamericano viajó a Ucrania en una visita hasta entonces inédita en la historia de las relaciones entre ambos países. También fue la primera visita oficial de un mandatario del continente a Kyiv tras el inicio de la invasión de Rusia y la primera visita de un presidente latinoamericano en 12 años.
Los presidentes acordaron unir fuerzas en foros internacionales para aislar aún más a Rusia y firmaron un acuerdo intergubernamental sobre la abolición mutua de los requisitos de visado y el inicio de un diálogo comercial y económico con el fin de establecer acuerdos y proyectos específicos.
El presidente de Guatemala visitó las localidades ucranianas de Borodyanka, Bucha e Irpin, en la región de Kyiv, liberada de los atacantes rusos, y tras lo que allí vio, prometió defender los intereses de Ucrania en América Latina y en la ONU, así como participar en un tribunal militar internacional contra Rusia. Guatemala está entre los países de la región latinoamericana que se han sumado a las sanciones impuestas a Rusia.
Países que se mantienen neutrales frente a la agresión rusa
Otro país que, de hecho, marca la pauta en la política exterior de toda la región es Brasil. Es su apoyo tangible lo que siempre hemos esperado.
La comunidad internacional reaccionó de manera ambigua a la visita del presidente brasileño Jair Bolsonaro a Rusia el 16 de febrero del 2022 y a sus conversaciones con Putin. De hecho, tal reunión podría considerarse como un apoyo al Kremlin y una aprobación de la invasión rusa a Ucrania. Después de todo, en ese momento, la situación en la frontera ruso-ucraniana ya era tensa y mantenía al mundo en alerta máxima. En la reunión de Bolsonaro se habló de la solidaridad de Brasil con Rusia, de las oportunidades de cooperación, en particular, en la agricultura y el uso de los recursos naturales.
Junto a Putin, Bolsonaro señaló que predicaba la paz y respetaba a quienes lo hacen, que tuvo la impresión de un “matrimonio perfecto” y que Putin era un amigo con quien comparte valores como “Dios y la familia”.
Sin embargo, tras el ataque de Rusia a Ucrania, cuando las fotos del sufrimiento y la muerte de civiles conmocionaron al mundo, Brasil estuvo en la lista de esos 140 países que condenaron a Rusia en la Asamblea General de la ONU. El embajador de Brasil, Ronaldo Costa Filho, dijo que se había cruzado “una línea roja”.
A pesar de que Brasil condenó la agresión, no se anunció una posición clara. El vicepresidente Hamilton Mourão, general de la reserva, hizo pública su posición, afirmando que “Brasil no es un país neutral”, que respetaba la soberanía de Ucrania y apoyaba la “posición fuerte” de Occidente contra Rusia tras la invasión.
En su alocución semanal en vivo en redes sociales el 24 de febrero, Bolsonaro, sin mencionar el nombre del vicepresidente, recordó quién es el responsable de la Constitución, diciendo que Brasil estaba a favor de la paz y que la posición del país se mantenía neutral.
De esa manera, Bolsonaro decidió desautorizar a Mourão, por lo que incluso los conservadores comenzaron a criticarle.
En un análisis sobre el rol de los militares que asesoraron a Bolsonaro para apoyar a Putin, publicado por el diario Folha de S. Paulo se expuso la relación gobierno y sector agropecuario para incluir “gestos a Rusia” en declaraciones “que reflejan los argumentos del gobierno de Putin”. Sin embargo, los economistas consideraron que esa política de “neutralidad” tendría un impacto negativo en Brasil.
El embajador de Brasil en las Naciones Unidas dijo ante el Consejo de Seguridad de la ONU que se debería “responder rápidamente al uso de la fuerza contra la integridad territorial de un Estado miembro”. Siguiendo esta lógica, Brasil también votó a favor de la resolución de la Asamblea General de la ONU del 2 de marzo sobre la agresión rusa contra Ucrania. Sin embargo, los llamados a la neutralidad en Brasil son bastante fuertes. El gobierno teme que las sanciones occidentales contra Moscú perjudiquen la economía de Brasil, en particular su sector agrícola, que depende significativamente de las importaciones de fertilizantes rusos. Por lo tanto, una de las principales fuentes de ingresos del país, el cultivo de soja, podría verse muy afectada por las sanciones impuestas a Rusia.
A la luz de las próximas elecciones presidenciales de octubre, en las que se espera que participe el expresidente Lula da Silva, la mejora es especialmente importante para Bolsonaro. Tanto él como Lula da Silva coinciden en la necesidad de mantener la neutralidad, y ambos evitan condenar abiertamente las acciones de Putin. Pero Lula da Silva fue más crítico con la invasión, señalando que “nadie puede aceptar la guerra” y que “los ataques militares de un país contra otro” solo conducen a “la muerte, la desesperación y el hambre”.
Es imposible no prestar atención al hecho de que hoy en día viven en Brasil cerca de 600 mil ciudadanos de origen ucraniano. La Sociedad Ucraniana de Brasil emitió un comunicado en el que señaló que “están esperando el cargo de representantes de las autoridades brasileñas”. El presidente de la Oficina Central de Representación Ucraniano-Brasileña, Vitorio Sorotiuk, recordó que J. Bolsonaro no respondió a la invitación del presidente V. Zelensky a visitar Ucrania como parte de su viaje a Europa del Este. Al Presidente de Ucrania también se le negó su discurso ante el Parlamento de Brasil. “No tomaremos partido, seguiremos siendo neutrales y ayudaremos en todo lo que podamos”, prometió entonces el gobernante de Brasil.
En una conferencia de prensa en São Paulo Bolsonaro dijo que se oponía a cualquier sanción que pudiera tener consecuencias negativas para Brasil. Al escuchar la declaración del gobernante, la embajadora de Ucrania ante la ONU, Yevhenia Filipenko, dijo que ya es hora de que los gobiernos adopten una posición específica al respecto. El Encargado de Negocios de la Embajada de Ucrania en Brasil, Anatoliy Tkach, consideró que el presidente Bolsonaro estaba informado sobre la guerra y las verdaderas intenciones de Rusia con respecto a Ucrania.
La Representación Central Ucrania-Brasil, que es miembro del Congreso Mundial de Ucrania, está mucho mejor informada sobre la guerra ruso-ucraniana. Sus representantes crearon el Comité Brasil-Ucrania para coordinar la provisión de ayuda humanitaria y la iniciativa también fue apoyada por más de dos docenas de organizaciones religiosas y públicas. En varios municipios del estado de Paraná, con el apoyo de la Fundación Araucaria y la Dirección General de Ciencia, Tecnología y Educación Superior (SETI) de Brasil, se aceptó la integración de científicos ucranianos obligados a abandonar el país debido a la invasión. En Paraná reside una cantidad significativa de inmigrantes ucranianos, hablan ucraniano y se adhieren a las tradiciones nacionales. La cooperación de científicos ucranianos y brasileños en asociación con el gobierno de este estado se notará en el futuro con medidas destinadas a la reconstrucción y fortalecimiento de la economía ucraniana.
Al mismo tiempo, el presidente J. Bolsonaro declaró que no le importaría unirse a la organización de un viaje conjunto de líderes de “algunos países importantes” a Moscú, incluida Turquía, para ayudar a poner fin a la guerra en Ucrania.
El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, también habló sobre el tema después de su gira por países latinoamericanos: “Tanto Brasil como Venezuela dijeron que la guerra debe detenerse”. Por supuesto, al mismo tiempo, recordó las buenas relaciones entre Venezuela y la Federación Rusa.
Pero la administración del presidente Joe Biden insiste en la adhesión de estos países a las sanciones contra Moscú, para acelerar el aislamiento de Rusia y obligarla a reducir las hostilidades en Ucrania. Esto se discutió en una reunión bilateral de Biden y su homólogo brasileño J. Bolsonaro durante la Cumbre de las Américas en Los Ángeles en junio del 2022.
Semanas después, Zelenskly habló con Bolsonaro por teléfono. Entre otras cosas, discutieron la reanudación de las exportaciones de grano ucraniano y, en particular, la situación en el frente. El presidente brasileño consideró oportuno decir que la solución a tal problema podría parecerse al fin de la guerra entre Argentina y Gran Bretaña en 1982 (refiriéndose a la Guerra de las Malvinas, y no todos entendieron por qué Bolsonaro trazó tal analogía entre Ucrania y Rusia) Algunos expertos se inclinan a considerar que tal analogía no tiene sentido lógico, agregando que Bolsonaro no indicó claramente qué papel tenía que jugar cada bando.
Zelensky juzgó la neutralidad de Brasil y recordó que, en un momento, debido a la neutralidad de algunos países, el fascismo se “comió” a Europa. Por lo tanto, sobre el tema de la agresión de Rusia contra Ucrania, “no se puede intentar estar en un punto intermedio”.
Es interesante que el presidente de Ucrania haya tenido que responder preguntas en su primera entrevista con los medios latinoamericanos. Así, estando al aire en el canal de televisión brasileño Globo, habló con franqueza sobre la conversación con su homólogo, sobre las relaciones entre ambos estados, haciendo hincapié en que no es apropiado que los líderes de los países latinoamericanos opten por la neutralidad ante una guerra de este tipo. Equiparó la neutralidad de Brasil con respecto a la agresión rusa a gran escala en Ucrania con la pasividad de los estados al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
La información sobre las relaciones entre los países se complementó con la reunión del Ministro de Política Agraria y Alimentación de Ucrania, Mykola Solskyi, con el Embajador de Brasil en Ucrania, Norton de Andrade Mello Rapesta, el 14 de julio de este año, en el marco de su visita de trabajo a Lviv. El embajador expresó su apoyo al Gobierno de Ucrania, haciendo hincapié en que Brasil comparte, en particular, la posición de Ucrania sobre la cuestión de los cereales y está decidido a prestar la asistencia necesaria en este ámbito. El Ministerio de Política Agraria y Alimentación de Ucrania y Brasil tienen estrechos vínculos desde hace más de 130 años, por lo que Brasilia está interesada en fortalecer aún más la cooperación para promover el desarrollo económico de Ucrania. El ministro Solskyi propuso crear un Consejo de Productores y Exportadores de Cereales y convocar conferencias sobre el desarrollo e intercambio de experiencias y tecnologías en la industria agrícola.
Por cierto, esta reunión dio inicio a una discusión entre los Estados Unidos, Canadá, Australia y Brasil sobre el formato de eventos conjuntos para formar una posición común sobre la exportación de semillas oleaginosas y granos, así como el intercambio de experiencias en áreas como la fruticultura, la ganadería, etc. El embajador de Brasil expresó su disposición a promover la cooperación en todos los niveles, lo que fortalecerá los estrechos lazos históricos entre los dos Estados.
A este respecto, también cabe mencionar el discurso del Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, en una rueda de prensa conjunta con el Secretario para las Relaciones Interestatales de la Santa Sede, Richard Gallagher, en una rueda de prensa celebrada en Kyiv, en la que señaló que si Brasil, India, China y la República de Sudáfrica tratan el impacto de la guerra ruso-ucraniana en la seguridad energética y alimentaria, entonces sus representantes debían aclarar este tema directamente con Rusia, que se considera miembro del BRICS. Al fin y al cabo, los países miembros de esta alianza pueden utilizar sus relaciones especiales con la Federación Rusa para animarla o motivarla a hacer dos cosas muy sencillas: en primer lugar, desbloquear los puertos ucranianos para exportar productos agrícolas a los mercados mundiales; en segundo lugar, pueden simplemente pedirle a Putin que detenga la guerra y el sufrimiento de la gente y sus muertes. Esto estabilizará significativamente la situación en todo el mundo, no solo en términos de seguridad alimentaria y energética, sino también en términos de seguridad en general.
En el mismo contexto, Kuleba volvió a insistir en que la única razón de la futura crisis de hambre y alimentos en el mundo es el bloqueo ruso de los puertos ucranianos. “¿Quiénes, si no los países del BRICS, deberían desempeñar ese papel?”, preguntó el jefe de la diplomacia ucraniana, señalando que las declaraciones de preocupación son buenas, pero sería mucho más efectivo lograr tal resultado en las relaciones de estos países con la Federación Rusa.
México
Antes de la invasión rusa a Ucrania, el gobierno mexicano y su presidente, Andrés Manuel López Obrador, buscaban fortalecer aún más los lazos con Rusia. Obviamente, el Kremlin corresponde. Así, durante una visita a Moscú en abril de 2021, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, anunció que ambos países entraban en una etapa de “relaciones muy estrechas”. El gobierno mexicano estaba muy agradecido con la diplomacia rusa por proporcionarles más de 20 millones de dosis de la vacuna Sputnik V.
Con el inicio de la guerra ruso-ucraniana, México comenzó a cambiar su posición sobre la confrontación de Rusia con Ucrania. El presidente López Obrador defendió el apoyo a los ucranianos afectados por los combates, diciendo que México no podía aceptar la invasión rusa y pidió el fin del conflicto de una manera pacífica. El ataque ruso fue criticado, aunque hubo algunas diferencias en las opiniones de los altos funcionarios del gobierno mexicano y de la diplomacia. El presidente evitó criticar directamente al presidente Putin, adhiriéndose al principio tradicional de la política exterior mexicana de no injerencia en los asuntos de otros estados (la llamada Doctrina Estrada) y optó por una clara posición crítica en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde se desempeñaba como miembro no permanente. En una reunión de ese organismo México habló de “una invasión de la que Ucrania se ha convertido en víctima”. Parte de la justificación de la posición del gobierno mexicano se basó en una “experiencia histórica” cuando López Obrador dijo que su país no sólo fue conquistado por España, sino que también “sufrió dos invasiones de Francia y dos de Estados Unidos”. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México insiste en la observancia obligatoria del principio de no injerencia y resolución pacífica con la oposición.
Al igual que en otros países latinoamericanos, México también se enfoca en las posibles consecuencias económicas de la guerra. Su dependencia del suministro de gas natural y la perspectiva de un aumento de los precios obliga al gobierno a considerar otras opciones para generar electricidad. Tratando de no sumarse de alguna manera a la imposición de sanciones contra la Federación Rusa, México apoyó una votación en la organización de las Naciones Unidas pidiendo a Rusia que retirara sus tropas de Ucrania. Al mismo tiempo se abstuvo en la votación de la Asamblea General de la ONU para excluir a Rusia del organismo de derechos humanos de la ONU.
A principios de agosto de este año, López Obrador exigió el fin de todos los conflictos militares y guerras comerciales en el mundo durante cinco años. En los últimos tiempos han surgido un gran número de crisis en el planeta, esto incluye la pandemia de coronavirus, la invasión rusa de Ucrania, las tensiones en torno a Taiwán, la crisis económica mundial, etc. Para hacer frente a los problemas acumulados en los últimos tiempos, propone AMLO una tregua mundial de cinco años y que se tomara como punto de partida, el momento en que cesen las hostilidades en Ucrania.
Países del lado de Rusia
La guerra de Rusia contra Ucrania en el continente sudamericano fue apoyada por países como Venezuela, Cuba y Nicaragua. Inmediatamente después del ataque de Rusia a Ucrania, el presidente venezolano, Nicolás Maduro Moros, expresó su “pleno apoyo al presidente Vladimir Putin en sus esfuerzos por defender la paz”. Pero Caracas no desarrolló esa retórica, por mucho que pudiera perjudicar un posible acercamiento con Washington. De hecho, a pesar de las peticiones de Putin de que otros países imitaran a Rusia en el reconocimiento de la independencia de las llamadas repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk, Maduro evitó hacerlo.
A finales de febrero de este año, la Asamblea Nacional (parlamento) de Venezuela propuso aprobar un documento que respalda el reconocimiento por parte de Rusia de la independencia de Donetsk y Lugansk, pero el tema fue suprimido del orden del día del Parlamento. Por el momento, no se habla de una normalización integral de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela. Después de todo, ella, junto con Cuba y Nicaragua, no fue invitada a la Cumbre de las Américas, que tuvo lugar en Los Ángeles, California del 6 al 10 de junio. Pero es innegable que se están produciendo cambios en la política estadounidense hacia este país.
Es importante señalar que, a mediados de mayo de este año, Estados Unidos anunció cierta flexibilización de las sanciones contra Venezuela. El gobierno de Washington ha emitido licencias a compañías petroleras europeas -la italiana Eni y la española Repsol- para suministrar petróleo venezolano a Europa a expensas del pago de la deuda. Con el telón de fondo de estos cambios, el gobierno venezolano lo tomó positivamente. Caracas se enfrenta a una disyuntiva: apoyar las acciones de la Federación Rusa o escuchar a Estados Unidos para finalmente aliviar a Venezuela de la carga de las sanciones.
Cuba apoyó la agresión de Rusia contra Ucrania. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania tuvo que responder con una enérgica protesta a una declaración del gobierno cubano. Así lo informó la primera viceministra de Relaciones Exteriores de Ucrania, Emine Dzhaparova: “El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, en una nota diplomática, expresa su enérgica protesta en relación con las declaraciones del Gobierno de Cuba en apoyo a la agresión de la Federación de Rusia contra Ucrania y pide a Cuba que haga un llamamiento a Rusia para que cese de inmediato esta agresión”.
Países como Cuba, Nicaragua y Venezuela tuvieron que desempeñar el papel de extras geopolíticos. No se les considera socios comerciales y económicos importantes para el país, ni pueden ayudarlo significativamente en la esfera militar, y su importancia e influencia en la arena política son extremadamente modestas, solo cuando el Kremlin necesita crear una “imagen” de respaldo internacional a sus acciones, el voto en la Asamblea General, o el apoyo en las acusaciones contra la OTAN. Además, son estos países pobres, pero leales a Rusia, los que pueden convertirse en una “fábrica de voluntarios baratos”, con los que, si es necesario, el Kremlin intentará hacer frente al problema de la falta de recursos humanos en el contexto de las crecientes pérdidas de efectivos militares.
Cabe destacar aquí que recientemente el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha venido demostrando sus intenciones de llevar a cabo una política hacia toda la región del Caribe diferente a la de su antecesor Donald Trump. Así, también se adoptó la flexibilización de las sanciones contra Cuba: en mayo, se informó que se estaban reduciendo las restricciones a los viajes a la isla y a las remesas.
Otro aliado de la Federación Rusa en la región es Bolivia. El Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país declaró sobre la confrontación ruso-ucraniana que “lamenta que la falta de diálogo y entendimiento haya llevado a una mayor escalada del conflicto”. Pero sus representantes, durante la votación en la Asamblea General de la ONU sobre la resolución que condena las acciones agresivas de la Federación Rusa, decidieron abstenerse. Se trata de un paso inusual para Bolivia, que ha votado sistemáticamente “en contra” de las iniciativas proucranianas. Así sucedió, por ejemplo, en 2014 con una resolución que instaba a no reconocer el referéndum celebrado ilegalmente por los rusos en el territorio de la península de Crimea. En ese momento, Bolivia, de facto, reconoció como legítima la anexión de Crimea por parte de la Federación de Rusia.
El nuevo presidente de Bolivia, Luis Arce, ha reanudado las relaciones con Venezuela e Irán. Recientemente, A. Bastrykin, presidente del Comité de Investigación de la Federación Rusa, al iniciar la creación de un tribunal internacional para condenar a las tropas ucranianas, propuso involucrar a Siria e Irán en su trabajo junto con Bolivia. Es decir, en el apoyo político de Moscú, se preserva el papel de los participantes en el “cuadro” mencionado para esos países.
Interacción de Ucrania con los países latinoamericanos
Los latinoamericanos se enteran de la situación actual en Ucrania principalmente a través de los programas del canal de propaganda Russia Today. Por ejemplo, en Argentina, sus historias se transmiten en la televisión nacional. La información es unilateral, por regla general, los rusos la distorsionan de una manera propagandística, lo que no puede sino afectar la percepción del espectador promedio.
La falta de conocimiento de la población de los países latinoamericanos sobre los hechos reales en Ucrania también puede explicarse por el hecho de que, desde el comienzo mismo de la agresión rusa, los medios de comunicación latinoamericanos carecieron de materiales analíticos imparciales. Según una encuesta publicada a finales de marzo en 2014, en la edición mexicana de Excélsior, solo el 28% de los encuestados sabía de la existencia de Crimea. Sin embargo, junto con la información sobre las hostilidades actuales, el porcentaje de quienes han oído hablar de la anexión rusa de la península ha aumentado hasta el 46%.
Hay que reconocer que hay muchas estructuras en Brasil que promueven activamente las ideas del “mundo ruso”. Entre ellos, los más enérgicos son como Rossotrudnichestvo, Spuntik Brasil, las publicaciones brasileñas Russkaya Gazeta y Golos Rossii, y el grupo y asociaciones de la diáspora rusa. Incluso hubo una acción del “Regimiento Inmortal”, en la que estuvieron involucrados veteranos de la fuerza expedicionaria brasileña que participó en la Segunda Guerra Mundial.
En el espacio de la información en español, Rusia ha creado estructuras como RT, Sputnik y la versión en español de Sputnik Mundo, la agencia de video RUPTLY. Esto contribuyó al éxito de la promoción de contenidos informativos locales (porque los programas eran conducidos por periodistas, reporteros, presentadores y locutores locales), pero de contenido ideológico “ruso”. Sin embargo, fortaleciendo su presencia informativa en la región de América Latina y el Caribe, Rusia comenzó a cooperar activamente con las agencias locales Telesur (con sede en Caracas) y la cubana Prensa Latina, Hispan, financiada por Irán TELEVISIÓN. Algunos periodistas y expertos locales también trabajan para Rusia.
Con el fin de ampliar la conciencia del público latinoamericano sobre la situación real en Ucrania, para transmitir al público las verdaderas intenciones de la Federación de Rusia no solo con respecto a Ucrania, los conocidos jefes de las misiones diplomáticas ucranianas en la región Yurii Diudin (Argentina y concurrente en Paraguay, Uruguay y Chile de 2013- 2019), Rostyslav Tronenko (Brasil 2012-2021) y Ruslan Spirin (México 2014-2020) tuvieron que conceder numerosas entrevistas y publicar artículos en medios regionales, mantener múltiples encuentros tanto con el público estudiantil como en general. Aunque hay que admitir que esto tuvo poco impacto en las posiciones oficiales de los Estados de América Latina y el Caribe. Pero incluso aquí hay, por así decirlo, razones objetivas. Por ejemplo, algunas élites políticas regionales, que se caracterizan por sentimientos antiestadounidenses bastante tangibles, perciben el conflicto en torno a Ucrania como otro “juego geopolítico” de los Estados Unidos. Por lo tanto, la misma diplomacia rusa sólo puede intensificar exhaustivamente su trabajo de propaganda en la dirección latinoamericana y de vez en cuando “mejorar” tales actividades, iniciadas por sus predecesores en la diplomacia soviética.
Es imposible no tener en cuenta el hecho de que los Estados latinoamericanos y del Caribe se centran principalmente en sus problemas regionales, que abarcan todos los estratos de la sociedad y distraen su atención de lo que sucede en la arena geopolítica del mundo. Por supuesto, una de las mejores maneras de defender nuestra política ucraniana es difundir información objetiva sobre Ucrania, para contrarrestar las insinuaciones prorrusas sobre las mismas hostilidades en territorio ucraniano.
Pero a falta de canales de radio y televisión proucranianos, sigue siendo poco realista hacerlo, aunque esto no significa que este asunto deba quedar en un segundo plano. En la actualidad, Ucrania ya ha adoptado una serie de medidas útiles para reforzar el apoyo a la información y defender su imagen internacional en la región, entre ellas la creación del Ministerio de Política de Información en 2014; en 2015, el Departamento de Diplomacia Pública; en 2016, la aprobación del Concepto la popularización de Ucrania en el mundo; en 2017, con la creación del Instituto Ucraniano; en 2018, la entrada de UCRANIA AHORA.
Se considera apropiada la resolución del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania del 30 de julio de 2021 “Sobre la estrategia de la política exterior de Ucrania”. El exhaustivo documento se refiere al desarrollo sistemático de la cooperación con muchos países del mundo, especialmente en lo que respecta a las asociaciones globales y estratégicas, en particular, con China, Japón, América Latina y el Caribe, etc. En algunos artículos del documento, se puede leer que “los esfuerzos estarán dirigidos a aumentar la exportación de bienes y servicios ucranianos, en particular productos agrícolas, ingeniería mecánica, desarrollar la cooperación en las esferas metalúrgica, aeroespacial, técnico-militar y otras, así como ampliar la participación de las personas jurídicas ucranianas en la implementación de proyectos sectoriales y de infraestructura a gran escala en los países de la región… En las relaciones políticas con los países latinoamericanos, la tarea prioritaria es garantizar su apoyo a la soberanía estatal y la integridad territorial de Ucrania, en particular en el marco de las Naciones Unidas y las organizaciones regionales. También se propone desarrollar la cooperación política y económica con las organizaciones regionales: la Organización de los Estados Americanos, la Alianza del Pacífico, la Asociación de Estados del Caribe, la Comunidad Andina, la Comunidad del Caribe y Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
Sólo resta desear que las orientaciones definidas de tales actividades con los países de América del Sur no cambien y sean mutuamente beneficiosas, para que no ocurra un hecho similar a lo sucedido con el presidente Zelensky, cuando los diputados del MERCOSUR le impidieron hacer un discurso en la cumbre de esta organización. En ese momento, el viceministro de Relaciones Económicas e Integración de Paraguay, Raúl Cano Riccardi, se justificó diciendo que los países miembros no pudieron llegar a un acuerdo común sobre este asunto. “No hubo consenso sobre la posibilidad de dicha comunicación, por lo que nuestro colega ucraniano ya ha sido informado de que en tales circunstancias no hay condiciones para poder comunicarse en el formato MERCOSUR con el presidente de Ucrania”, explicó.
Sí, es cierto que las decisiones en esta organización se toman sobre la base del consenso, y no se ha llegado a él. Puedes predecir quién estaba exactamente “en contra”. Esta negativa fue comunicada al embajador ucraniano por el titular del Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay, Julio César Arriola.
En resumen, me gustaría señalar que Ucrania tendrá que hacer esfuerzos extraordinarios para formar y lograr su objetivo en la región de América Latina y el Caribe. Para ello, es necesario desarrollar una política clara y comprensible que tenga en cuenta tanto la definición de las amenazas informativas como las formas de neutralizarlas.
Una de las herramientas más efectivas es la cooperación de las agencias de noticias de Ucrania y los países de América Latina. Por cierto, el primer acuerdo de cooperación e intercambio de noticias de este tipo se firmó entre Ukrinform y la agencia mexicana NOTIMEX en 2016. Y la creación de contenido en español con un centro de información sobre el enfoque de Ucrania.
Джерело: “Громадська організація «Центр Медіареформи»”